A punto de acabar su vida, quiso un labrador dejar experimentados a sus hijos en la agricultura.
Así, les llamó y les dijo:
- Hijos míos: voy a dejar este mundo; buscad lo que
he escondido en la viña, y lo hallaréis todo.
Creyendo sus descendientes que había enterrado
un tesoro, después de la muerte de su padre,
con gran afán removieron profundamente
el suelo de la viña.
Tesoro no hallaron ninguno, pero la viña, tan bien
removida quedó, que multiplicó sus fruto.
EL MEJOR TESORO SIEMPRE LO
ENCONTRARÁS EN EL TRABAJO ADECUADO.
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